REFUGIADOS EN DIOS
¿Quién no ha querido refugiarse y desaparecer del mundo por unos días? No queremos ser alcanzados por los problemas, por las deudas, por los gritos, queremos paz...
Salmos 18:1-5
Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.
Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,
Y seré salvo de mis enemigos.
Me rodearon ligaduras de muerte,
Y torrentes de perversidad me atemorizaron.
Ligaduras del Seol me rodearon,
Me tendieron lazos de muerte.
¿Cuántas veces solo quisiéramos refugiarnos en Su cielo?
Es allí donde nadie nos encuentra, donde podemos sentirnos verdaderamente sostenidos por Dios. Han sido muchos golpes fuertes este año y a veces, sentimos caer en un hueco profundo y pensamos que nunca saldremos de esto pero es allí cuando debemos recordar las promesas de Dios.
Vivimos probablemente en la generación con el más fuerte sentido de derecho e individualismo. Diariamente necesitamos recordar que debemos dar gracias por aquellas cosas que en su momento fueron esperanzas y suspiros y que se han vuelto realidades.
Así que, no es que seas un suertudote ni que te salvaste porque tienes siete vidas cual gato sino que Dios te cuida y Él ha estado contigo hoy y siempre.
¡Dios te sostiene cuando todo el mundo se cae en pedazos!
Él siempre está listo para rescatarte cual bombero cuando te quemas, como un doctor cuando estás enfermo, como un amigo verdadero cuando quieres llorar, como tu superhéroe cuando necesitas ser rescatado, como tu abogado cuando pides justicia, como tu Padre cuando necesitas un abrazo... Quizá no lo viste pero Él te sostuvo y te llevó a un lugar seguro, fue tu sostén cuando pensaste que las fuerzas no alcanzarían, te sostuvo cuando quisiste huir y aun te sostiene de la mano en este momento mientras me lees. Dios te quiere llevar a Su escondite...
¿Dónde está ese lugar de mi seguridad?
Podemos estar refugiados en Dios.
Cuando no sabes qué decisión tomar, ve a tu escondite de Dios. Es allí donde recibes la dirección correcta... Tienes que hablarle a gente, ve a tu escondite con Dios y escucha primero lo que Dios quiere decirles, luego ve y díselos.
Su presencia... Es allí donde podemos estar “a salvo”.
Así que, la próxima vez que sientas que olas se levantan contra ti, que voces gritan acusándote... Escóndete en Dios, búscalo, da tú el primer paso para esconderte... Mientras, yo voy a empezar a contar 1, 2, 3, 4...10 y tú debes correr a tu escondite con Dios.
Salmos 91
91 EL que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo á Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en él confiaré.
¿Quieres saber algo más?
Dios tiene la capacidad de convertir la cueva más oscura, el escondite más profundo en un Fuerte donde Su presencia nos vitaliza y nos transforma. Vamos, ora conmigo y lo que queda del año vive refugiado en Dios y no lo olvides, existe un muro de protección que te sostiene para que puedas vivir confiado.
Déjanos tu mensaje , oración o simplemente un corazón , comparte este mensaje si es necesario, Dios te bendice!
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