DESCUBRE CÓMO HACER SONREÍR A DIOS Y VIVIR UNA VIDA PLENA
La verdad sobre la naturaleza de Dios
Dios es bueno, misericordioso y alegre
Dios a menudo es malinterpretado y se le percibe de diferentes maneras. Algunos lo ven como un anciano de barba blanca y bastón, limitado en sus capacidades, mientras que otros lo consideran un Dios malo que busca castigar a aquellos que se equivocan. También hay quienes piensan que Dios siempre está enojado y amargado debido a los problemas del mundo. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Dios es bueno, misericordioso y quiere lo mejor para nuestras vidas. Además, es un Dios alegre que encuentra placer en la relación con sus hijos.
Jeremías 29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
La obediencia como clave para agradar a Dios
La historia de Noé y la importancia de la obediencia
Una de las formas en que podemos hacer sonreír a Dios es a través de la obediencia sincera. El Salmo 40:6-8 nos muestra que Dios valora más la obediencia que los sacrificios externos. A menudo, las personas creen que agradar a Dios requiere grandes sacrificios físicos, pero en realidad, ser obediente es mucho más simple y significativo. Implica seguir las instrucciones de Dios sin vacilaciones ni reservas. El ejemplo de Noé es inspirador: construyó un arca siguiendo las medidas exactas que Dios le dio y albergó a todas las especies de animales. Su obediencia fue total y sin cuestionamientos, lo cual es un ejemplo para todos nosotros.
La importancia de una obediencia total y sin demoras
Juan 14:15 Reina-Valera Antigua Si me amáis, guardad mis mandamientos;
La obediencia parcial o tardía es considerada desobediencia por Dios. A menudo, encontramos excusas o dudas antes de obedecer, posponiendo nuestra respuesta. Sin embargo, Jesucristo dejó claro que si amamos a Dios, obedeceremos sus mandamientos. Debemos recordar que la obediencia a Dios no puede esperar ni depender de circunstancias específicas. Agradar a Dios requiere un compromiso total y sin demoras.
La fe como fuente de alegría y agrado a Dios
La importancia de confiar en Dios completamente
La fe es otro aspecto clave para hacer sonreír a Dios. Hebreos 11:6 nos enseña que sin fe es imposible agradar a Dios. Aquellos que desean acercarse a Dios deben creer en su existencia y en su recompensa para aquellos que lo buscan sinceramente. El capítulo de Hebreos menciona a muchos hombres que agradaron a Dios debido a su fe. Nuestra fe es puesta a prueba en momentos y circunstancias difíciles, donde se revela nuestra confianza en el Señor.
La importancia de creer para ser amigos de Dios
Para ser amigos de Dios, es necesario creer en Él. La incredulidad es enemiga de la fe y nos impide experimentar la plenitud de una relación con Dios. A menudo, tendemos a dudar o exigir pruebas antes de creer, pero con Dios, es al revés: debemos creer primero para poder ver los resultados en nuestras vidas.
Conclusión:
En el Salmo 119:135 NBV, se nos invita a mirar a Dios con amor y a aprender de Sus decretos. A menudo, nuestra comprensión de Dios puede estar equivocada, creyendo que es un ser severo, enojado o distante. Sin embargo, la verdad es que Dios es bueno, misericordioso y quiere lo mejor para nuestras vidas. Además, es un Dios alegre que sabe sonreír junto a sus hijos.
Una de las formas de hacer sonreír a Dios es a través de la obediencia sincera y total. Agradar a Dios no implica realizar grandes sacrificios externos, sino obedecer Sus mandamientos de corazón, sin titubeos ni reservas. El ejemplo de Noé nos enseña la importancia de la obediencia en cada detalle, confiando plenamente en el plan de Dios incluso cuando parece irracional o desafiante.
Asimismo, para agradar a Dios, es necesario confiar plenamente en Él. La fe desempeña un papel fundamental en nuestra relación con Dios, creyendo en Su existencia y en que Él recompensa a aquellos que lo buscan sinceramente. Aunque nuestra fe puede ser probada en momentos difíciles, es en esas circunstancias donde se evidencia nuestra confianza en el Señor.
Además, la risa y la alegría tienen un lugar importante en nuestra vida con Dios. La risa no solo mejora nuestra apariencia y bienestar, sino que también nos conecta con la alegría divina. Al sonreír y disfrutar de la vida, reflejamos la imagen de Dios en nosotros y contagiamos alegría a los demás.
En resumen, obedecer a Dios de corazón, tener fe en Él y vivir con alegría son acciones que hacen sonreír a Dios. Como amigos de Dios, debemos creer antes de ver y recordar que la risa es un regalo que nos permite disfrutar plenamente de la vida. ¡Aprendamos a vivir el presente con entusiasmo, compartiendo sonrisas que agraden a nuestro Padre celestial!
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