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CÓMO ENFRENTARLA TENTACIÓN

Foto del escritor: Hugo MoctezumaHugo Moctezuma
Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la podáis resistir.

1 Corintios 10:12, 13



Tentacion

La tentación está en todas partes; no tenemos que andar buscándola, ella nos encuentra. No somos tentados por ser pecadores, Jesús fue tentado y él nunca cometió pecado (1 Pedro 2:22). Somos tentados porque somos humanos. Sin embargo, la tentación debidamente manejada nos puede acercar más a Dios. Este capítulo nos dirá cómo convertir las tentaciones en triunfos.


Tres maneras de enfrentar la tentación


Cediendo


Una manera es ceder ante ella. Hoy tenemos una generación que dice: "¿A quién le importa la tentación? Yo simplemente hago lo que se me antoja". Esta generación dice: "Todo lo que sea natural es hermoso, y todo lo que es hermoso debe ser correcto.

Así que si te sientes bien, hazlo". Mucha gente vive de esa manera, y esa realmente es una forma de vida animal. Los animales viven para la auto-propagación, auto-preservación y auto-satisfacción. Son como la señora que dijo: "puedo sobreponerme a cualquier cosa menos a la tentación". Ellos, sencillamente ceden al instinto, como muchos ceden a la tentación.





Luchando


Luego están los que luchan contra la tentación en la fuerza de su propia carne. Siempre están batallando contra la tentación; totalmente lo opuesto a los que ceden.

Luchan constantemente, pero siempre fracasan. Yo creo que todos hemos estado ahí, peleando y fracasando, peleando y fracasando, como el niño que estaba sentado bajo el manzano del granjero, y este le dijo:

-¿Estás tratando de robarte una manzana?

El muchacho contestó:

-No señor, estoy intentando no hacerlo.

Supe de un hombre que estaba haciendo dieta, y el pan era una de las prohibiciones. En su ruta al trabajo tenía que pasar por una panadería y la tentación lo atrajo: "Sólo piensa en lo delicioso que sería un pan con una humeante taza de café". El hombre se dijo: "Me detendré sólo si hay un lugar para estacionar justo frente a la puerta". ¿Puede usted creerlo? Después de dar tres vueltas a la cuadra, ¡ahí había un lugar para estacionar justo frente a la puerta! ¿Podría ser esto la providencia? Muchas veces somos como el niño bajo el manzano o el hombre dando vueltas alrededor de la panadería. Tratamos de luchar contra la tentación, pero fallamos.




Sobreponiéndonos por medio de Cristo


La manera de sobreponerse a la tentación es por medio del Señor Jesucristo. Quiero que se anime, hay ayuda. Créalo o no, usted puede vivir victoriosamente, ya sea que su tentación sea comer en exceso, lujuria, pereza, cualquiera que sea, usted no tiene que ser esclavo del mundo, de la carne y del diablo.


La Biblia dice en 1 Corintios 10:12, 13: "Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la podáis resistir".





Los aspectos de la tentación


¿Quién puede ser tentado? Todos estamos sujetos a la tentación, no crea que al ser salvo no volverá a ser tentado. Usted será tentado, será bombardeado de tentaciones en las áreas de deshonestidad, materialismo, sexualidad, codicia y orgullo. El ser salvo no lo hace inmune a la tentación, y ser tentado no es pecado. Jesús "...fue tentado en todo igual que nosotros, pero sin pecado" (Hebreos 4:15). Pero tenga cuidado y cuídese del

orgullo. Recuerde que 1 Corintios 12 dice: "Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga". La persona orgullosa tienta al diablo a tentarlo, y si usted es arrogante o descuidado respecto al pecado, puedo decirle, va a caer.

Sin embargo, la persona que está en mayor peligro es aquella que está intentando luchar contra la tentación con sus propias fuerzas. Esa persona piensa: "No necesito leer un libro sobre la tentación, yo no tengo ningún problema con la tentación, puedo superarla". Pero sin Cristo usted no puede hacerlo. Dios tiene que darle una vía de escape.




La fuente de la tentación


¿De dónde viene la tentación? Viene de una de estas tres fuentes: el mundo, la carne o el diablo. Esta es la impía trinidad de la tentación: el mundo, la carne y el diablo. Su tentación no es única; no crea que usted es el único tentado y que nadie más conoce el mismo tipo de tentación que usted conoce. Básicamente todos somos tentados de la misma manera, ya sea por el mundo, la carne o el diablo.


"No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él" (1 Juan 2:15).

Primero, pensemos un poco acerca del mundo. Yo llamo al mundo el enemigo externo. El mundo es el enemigo de afuera. Cuando digo el mundo, no estoy hablando del planeta Tierra. El planeta Tierra no es malo. Dios creó este mundo. Así que cuando la Biblia dice: "No améis al mundo", no está hablando del planeta. Jesús amó la naturaleza. Él dijo: "...Mirad los lirios del campo, cómo crecen. Ellos no trabajan ni hilan; pero os digo que ni aun Salomón, con toda su gloria, fue vestido como uno de ellos" (Mateo 6:28, 29). Cuando Dios creó el mundo natural, dijo "Es bueno".



Cuando la Biblia dice "el mundo", no estamos hablando de la naturaleza, ni de la gente. No debemos amar al mundo, pero debemos amar a las personas. La Biblia dice:


"Porque de tal manera amó Dios al mundo (a la gente), que ha dado a su Hijo unigénito..."(Juan 3:16).

Entonces cuando dice: "No améis al mundo", no está hablando del planeta ni de la gente. El mundo al que se refiere es un sistema. La palabra que se traduce como mundo es la palabra griega cosmos, que significa "un sistema, un orden de cosas".


"No améis al mundo [no amen el cosmos] ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él" (1 Juan 2:15).

"No os conforméis a este mundo..." (Romanos 12:2). "¡Gente adúltera! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios?..." (Santiago 4:4). Todos estos versículos usan la palabra mundo en un sentido diferente; no hablan del planeta, ni de la gente, sino de un sistema, un orden de cosas.




El mundo no tiene que ser horroroso. A veces pensamos en algo mundano como un bar o un casino. El mundo puede ser muy hermoso, muy atractivo. Usted puede ser moldeado por algunas cosas muy agradables y altisonantes. Es simplemente un orden de cosas, un sistema de cosas que son contrarias a nuestro Señor y sus caminos. En 1 Pedro 3:3, Pedro habla de cómo una esposa que es salva puede ganar a su esposo inconverso para Cristo. Le dice cómo comportarse, cómo hablar y cómo ser realmente hermosa. Él dice: "Vuestro adorno no sea el exterior con peinados ostentosos del cabello, adornos de oro, ni vestir ropa lujosa". La palabra adorno es la misma palabra que se traduce como mundo más de cien veces en la Biblia. Fácilmente podríamos parafrasear a 1 Pedro 3:3 así: "No permita que su mundo sea el mundo del salón de belleza, la joyería o la tienda de modas".


Si deseas dejarnos un mensaje, con mucho gusto leeremos cada una de tus palabras, Bendiciones!






 
 
 

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Pr. Hugo G. Moctezuma es un hijo de Dios que te puede ayudar en lo que necesitas

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