LA PERLA Y EL BARRO
Las perlas
Son unas de las joyas más hermosas y naturales están formadas por irritaciones. Las ostras se alimentan del fondo del océano, y algo se quedará dentro del caparazón e irritará la ostra; ella para responder se cubre con el mismo material utilizado para crear el caparazón.
Cuando está totalmente cubierto, el “irritante” se convierte en una hermosa perla. Las perlas son caras. Las personas pagan miles de dólares por comprar perlas. Pero las perlas nacen de algo incómodo. Las ostras preferirían no tratar con irritantes en sus caparazones.
Si pudiéramos preguntarles, dirían: “no nos gusta estar incómodas, no nos den más irritaciones. Hagan que todo sea fácil” Pero Dios diseñó la irritación para que llegue a ser algo hermoso, y para hacer algo más valioso.
De la misma manera, cada irritación en nuestras vidas está diseñada para convertirse en una perla.
Dios es el alfarero y nosotros somos el barro.
Dios nos da forma y nos moldea

Permitiendo que estemos incómodos en situaciones donde las cosas no salen a nuestra manera. No nos tratan correctamente.
No sucede tan rápidamente cómo nos gustaría esa presión saca a la luz impurezas en nuestro carácter, cosas como orgullos, egoísmo, ser críticos, y ofendernos fácilmente.
Dios transforma lo que éramos por algo nuevo y esto DUELE!
Puede que no nos guste, pero Dios utiliza cada situación, incluso el tráfico, o personas difíciles todo con un propósito. La irritación nunca fue diseñada para frustrarnos, fue diseñada para ayudarnos a crecer, para ayudarnos a desarrollarnos como perlas. No se puede reprender cada prueba Tampoco tratar de ignorar una situación incómoda sólo orando.
“Dios permite las dificultades porque nos ayudan a crecer.”
Dios permite las dificultades porque nos ayudan a crecer.
Dios utiliza a personas que son trato difícil para lijarnos y quitar de nosotros esas aristas.
Si no entendemos los PROCESOS DE DIOS, y cómo él los utiliza entonces vamos a vivir frustrados, preguntándonos por qué Dios no responde nuestras oraciones, y huyendo de cada dificultad.
Quizá Dios haya puesto a ese cliente pesado para que aprendas a amar a las personas que no son fáciles de amar. ¿sabes lo que es la paciencia? Es cuando tienes que pasar mucho tiempo soportando algo que no te gusta. Si yo te contará todas las irritaciones que he tenido pondría mi joyería.
Romanos 8:18
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
Pablo fue maltratado, mintieron sobre él, lo persiguieron. Tuvo que soportar injusticias, pero no se quejó. No intentó huir.
2 Timoteo 2:20
Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles.
Todos empezamos en el mismo lugar. Somos pedazos de barro duro, tenemos impurezas que incluyen orgullo, egoísmo, impaciencia, enojo, y resentimiento.
Dios nos pone en la rueda del alfarero y comienza a darle vueltas.
Cuando se encuentra con alguna impureza, nos pondrá en una situación para solucionarla.
La clave está en pasar la prueba. Pasa por alto las ofendas, disculpa a alguien con quien sea difícil llevarse bien. ¿cómo haz crecido en estos últimos 5 años? ¿tengo una mejor actitud? ¿Confio más en Dios? ¿Trato mejor a la gente?
¿Soy más paciente?
¿perdono con más rapidez?
Deberíamos estar creciendo y dando fruto y no el mismo lugar del año pasado. Si la misma persona que te irritaba hace 5 años te sigue robando la paz, es momento de mirar en tu interior y realizar unos cambios. La vida pasa muy deprisa y no podemos desperdiciar el tiempo dando vueltas en el mismo lugar. Deuteronomio 1:6
1 Pedro 4:12
Padeciendo como cristianos
Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,
Las pruebas son el control de calidad de Dios.
Puede que no nos gusten pero las pruebas son beneficiosas, La mayor parte del tiempo somos probados en areas en las que necesitamos mejorar.
Por ejemplo: IMPACIENCIA – chofer lento. largas esperas, mensajes interminables. Sin animo de molestarte sino de refinarte.
Había una pareja a la que le encantaban la antigüedades. Un día estaban en una pequeña tienda donde encontraron la taza más hermosa que habían visto. Era magnífica. Mientras la admiraban, la taza comenzó a hablarles.
“No siempre he tenido este aspecto”, dijo “hubo un tiempo en que nadie me quería, no era atractiva, tan sólo era un pedazo de barro, pero entonces llegó el alfarero y me dio forma”
El proceso fue muy doloroso, y por eso le dije al alfarero: ¡Oye” ¿qué haces? Eso me duele, déjame en paz.
El alfarero sonrió y respondió: “aún no”
Entonces el alfarero puso a esa taza en la rueda y le dio vueltas y vueltas. “Me mareé mucho” dijo la taza, y despues de un rato ya había adoptado otra nueva forma. Él me moldeó como la taza que ustedes admiran. Pensé que había terminado, pero entonces me metió en un horno. Hacía tanto calor que pensé que no podría soportarlo. Cuando él llegó para comprobar cómo estaba mirando por el cristal del horno, tenía chispa en sus ojos. Yo grité: ¡Sácame de aquí! ¡Hace demasiado calor”. Pero él sonrió y dijo: “Aún no” Finalmente me sacó y me puse sobre un estante para que pudiera enfriarme. Yo pensé :
“Afortunadamente ya ha terminado. Ahora puedo volver a ser yo normal”. Pero entonces el alfarero me pintó, cambiándome el viejo color gris por este hermoso color. No me gustaba el olor de la pintura y le dije al alfarero que pare y me dijo “Aún no” entonces me metió en un segundo horno que estaba el doble de caliente que el primero.
Esa vez pensé que todo había terminado, grité: ¡No estoy bromeando! ¡No puedo soportarlo! ¡Voy a morir!. Y de nuevo el alfarero dijo: “Aún no”. Finalmente, abrió la puerta del horno y me puso en un estante. Unas semanas despues, llegó y me dio un espejo, y cuando me vi a mí misma, no podía creer lo hermosa que me había vuelto. No podía creer lo mucho que había cambiado. Ya no tenía el aspecto de aquel pedazo de barro que solía ser.
“Las pruebas son el control de calidad de Dios.”
Hubo un tiempo en que nadie me quería, pero ahora soy esta hermosa taza: valiosa, cara, y única, todo ellos debido a ese alfarero. Él me convirtió en algo increíble.
Es igual como Dios hace con nosotros.
Él nos está cambiando poco a poco, puede que haya sufrimiento que tengamos que soportar. Puede que digamos: quítame de esta rueda, no puedo soportarlo, no puedo... Dios sonreirá y te dirá “Aún no” . Dios ve el valor que tu tienes, sabe en lo que te convertirás.
A veces nos miramos y decisos tengo muchas imprerfecciones, tengo mal genio, no soy disciplinado, permítele a Dios que limpie las impurezas. Él hará más con tu vida de lo que tú alguna vez soñaste o imaginaste.
Dios tomará esa irritación y se convertirá en una perla.
Tomará ese barro y se hará una taza valiosa.
Comentarios