TIEMPOS DIFICILES
Salmos 37:39
Pero la salvación de los justos es de Jehová, Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
Dios sabe lo que hace aún cuando pasamos por dificultades y sufrimientos.
El hecho que pases por un desierto no significa que Dios no esté en control de
toda tu situación.
Hay momentos en la vida de todos nosotros cuando las cosas no están cambiando tan rápido como no gustaría. Estamos orando y creyendo, pero nuestra salud no está mejorando. Nuestras finanzas no han dado un giro sino al contrario no sabemos de dónde sacar. Nos podemos sentir solos, olvidados, como si nuestra situación nunca fuera a cambiar. Es una temporada difícil. En esa temporada no podemos ver lo que Dios está haciendo. Nos parece que nada esté sucediendo, pero Dios está trabajando tras bastidores. Él hace su obra más grande en nuestros momentos más difíciles. Seguimos tratando con el mismo problema. Dios no se ha olvidado de nosotros.
Todo Tiene Su Tiempo
En los tiempos difíciles, cuando la vida se siente injusta, recuérdate a ti mismo que Dios todavía está en control. Solo porque tu no veas lo que esté sucediendo algo no significa que Dios no esté obrando. Él no siempre muestra lo que está haciendo. Es fácil confiar en él cuando estamos recibiendo buenas oportunidades y las cosas están yendo excelente. Pero tenemos que aprender a confiar en Él en las temporadas difíciles cuando las cosas no están saliendo como queremos y cuando no veamos que nada sucede.
De joven, David venció a Goliat, pero después pasó años huyendo del rey Saúl, escondiéndose en cuevas, durmiendo en el desierto. Estoy segura de que oró: “Dios, líbrame de Saúl. Esto no está bien”. Pero era como si los cielos estuvieran en silencio. Dios no lo cambió. Saúl estaba equivocado. Era injusto para David. En esta temporada de prueba podemos escoger ser negativos y vivir desanimados o podemos escoger decir: “Dios, no lo entiendo, no es justo, pero confío en ti”. Sé que no eres solo el Dios de las buenas temporadas, sino también de las temporadas difíciles.
Job es un héroe en la fe, le tocó vivir una temporada dificilísima. Todo le estaba yendo excelente, estaba feliz, saludable y tenía éxito, pero la vida dio un giro repentino. De la nada quedó tumbado con una enfermedad bastante dolorosa. Tenía úlceras en todo su cuerpo. Perdió sus negocios y perdió sus hijos e hijas. Todo su mundo se puso de cabeza. Aún con todo Job era un buen hombre. Amaba a Dios. Y algo que debemos entender es que Dios envía lluvia sobre justos e injustos por igual. Que tu ames a Dios y seas bueno no te exime de las temporadas difíciles.
Los Tiempos de Dios son Perfectos

A veces nos sentimos como en una sartén caliente, pero Dios controla la temperatura. No va a permitir que el calor suba más allá de lo que puedas manejar. ¿Qué hizo Job? Lo que muchos de nosotros hacemos se enfocó en el problema, amplificó lo que estaba mal, y dejó que todo eso lo abrumara. Lo que estamos pasando quizá sea difícil, pero las buenas noticias son que está pasando. No es tu destino final. Es una temporada difícil, no una vida difícil. Job no sólo vivió una temporada difícil, sino que Dios le restauró al doble de todo lo que perdió. Salió con el doble en bueyes, ovejas, camellos y burros, y se sintió lo doble de saludable.
Dios siempre hace que el enemigo pague por haber traído problemas. Si nos mantenemos firmes en la fe, no solo saldremos del problema, sino que saldremos mejor de como estábamos antes. Me encanta como termina la Biblia contando la historia de Job nos dice que vivió 140 años, y pudo ver cuatro generaciones de hijos y nietos. Y murió siendo muy anciano, después de vivir una vida larga y plena.
Dios sabe lo que hace, aún cuando nuestra fe es débil.
Si oraste con fe entonces no vivas dudando. No pierdas tu esperanza, tu fe tiene que estar fuerte pues ella te impulsa a vivir una vida plena.
La fe es como un radar que ve, a través de la niebla, la realidad de las cosas a una distancia que el ojo humano no puede ver.
Dios te desafía a andar por fe y no por vista. Tu fe es lo que crees, no lo que sabes.
Dios muchas veces nos ha ayudado cuando nosotros ni siquiera creíamos que lo recibiríamos.
La fe es una guía mejor que la razón.
Con la razón vamos hasta cierto punto, pero con la fe no tenemos límites. El hecho de que Dios sabe lo que hace es más grande que la debilidad de nuestra fe, que nuestro cansancio. Fe es someternos a Dios en la situación.
Recupera tú ánimo, cuando veas lo que Dios está haciendo, sabrás que Él es increíble y bueno.
Mientras más fuertes sean tus pruebas, más grandes serán tus victorias.
Salmos 56:9 NBV “El mismo día que yo te pido ayuda, huirán mis enemigos. Una cosa sé: ¡Dios está de mi parte!”
#Fe #Jesus #Salvacion #Dios #VidaNuevaEnCristoMexico #vidanuevaencristomexico #SanaDoctrina #Oracion #Gracia
Comments