MI DIOS DEFENSOR: YAHWE NISSI
Desde temprana edad, hemos buscado protección y defensa en figuras paternas o maternas. La necesidad de tener a alguien que nos cuide y nos defienda es innata en nosotros. Sin embargo, en ocasiones nos encontramos sin esa figura protectora, lo que puede generar un sentimiento de desamparo y orfandad. En momentos de vulnerabilidad, necesitamos un apoyo sólido que esté a nuestro lado. En este blog, exploraremos la importancia de tener un Dios defensor en nuestras vidas y cómo podemos encontrar seguridad en Él.
Salmo 121: 1-8 NBV
"Hacia las montañas levanto la mirada; ¿de dónde vendrá mi ayuda?
Mi ayuda viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra.
No permitirá que resbales y caigas; jamás duerme el que te cuida.
De verdad, jamás duerme ni se cansa el que cuida a Israel.
¡El Señor mismo te cuida! El Señor está a tu lado como tu sombra protectora.
El sol no te hará daño de día ni la luna de noche.
Te guarda de todo mal y protege tu vida.
El Señor te cuida cuando vas y cuando vienes, desde ahora y para siempre."

Dios: Nuestra defensa en momentos de adversidad
1. El enemigo
El enemigo, descrito como un león rugiente, busca devorarnos y causar temor en nuestras vidas. Sin embargo, debemos recordar que solo conocemos al verdadero León de Judá, nuestro Dios Todopoderoso. Él infunde temor en nuestros enemigos y pelea nuestras batallas. Nuestra fortaleza no reside en nuestra propia fuerza o poder, sino en la intervención divina.
2. Nosotros mismos
En ocasiones, nuestras propias emociones y acciones nos convierten en nuestros peores enemigos. Sin embargo, incluso en esos momentos, Dios nos defiende de nosotros mismos. Él nos libra de la tentación y nos ayuda a superar nuestros impulsos autodestructivos.
3. Los demás
Dios también nos defiende de las influencias negativas de otras personas. A veces, los supuestos "amigos" se convierten en obstáculos en nuestro camino, manipulándonos o dándonos consejos contrarios a los principios bíblicos. En esos casos, Dios aparta a esas personas de nuestro lado para protegernos y guiarnos hacia su voluntad.
Salmos 35:1-3 NBV
"Señor, defiéndeme de los que me atacan; combate a los que me combaten. Ponte tu armadura, toma tu escudo y acude en mi ayuda. Protégeme poniéndote enfrente. Empuña tu lanza y tu jabalina en mi defensa, haz frente a mis perseguidores. Quiero oírte decir: Yo soy tu salvación."

Confía en Dios, tu defensor
Aunque a veces nos sintamos atropellados y abandonados por aquellos que amamos, debemos recordar que vivir en rectitud y hacer la voluntad de Dios nos asegura su protección. No permitamos que la amargura o las palabras malintencionadas ensucien nuestro corazón. En lugar de temer, pongamos nuestra confianza en Dios, quien envía a su ángel para acampar alrededor de aquellos que le temen y librarlos de todo mal.
Conclusión
Dios es nuestro defensor y protector inquebrantable. En momentos de adversidad, no dependamos de nuestras propias fuerzas o de las defensas terrenales que el mundo ofrece. Elevar nuestra vista hacia Dios nos brinda la seguridad y el amparo que necesitamos. Confía en Él y deja que sea tu defensor. Si Dios está de nuestro lado, es más que suficiente.
¡Permítele a YHWH NISSI ser tu Dios , tu Dios defensor!
Referencias bíblicas: Salmo 121:1-8 NBV; Salmos 35:1-3 NBV
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