LA MISERICORDIA DE DIOS
Uno de los atributos de Dios es SÚ MISERICORDIA.
2 Corintios 1:3
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación.
Misericordia es tener empatía.
Es identificarse con el sufrimiento ajeno de una persona y realizar acciones de amor a favor de ella. Dios es ese buen samaritano que nos ve desmayados y atropellados en el camino y decide extendernos una mano para ayudarnos. Muchos pueden haberte visto pasando necesidad, pero pasan de largo y son indiferentes a tus problemas, incluso familiares o amigos que ni se te han acercado cuando las cosas se pusieron difíciles, pero Dios que te ama y quiere extenderte su misericordia, te mira y te dice:
“Yo confió en ti, tú vales la pena, me moveré a misericordia para ayudarte”.
Mi Dios con su amor infinito y su salvación eterna se acercó cuando nadie se acercaba ni daba nada por mí: Vendó mis heridas y me restauró. Me puso en su cabalgadura y cargó Él mis cargas. Es por eso que, cuando pasamos por un problema y tenemos “Su misericordia” ya no es solo nuestro problema, sino que es de Dios.
Hoy necesitas escucharlo, Dios tiene misericordia de ti, no te va a dejar abandonado a tu suerte, Él te va a levantar y te va a restaurar.
Romanos 8:33
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
La culpa te angustia, es un auto reproche y juicio severo contra uno mismo. Nos rebaja la autoestima y cuando vivimos con culpa no podemos tener una buena comunión con Dios. La culpa es como el gas paralizante de Satanás, un arma con la que nos ataca para que no podamos cumplir el propósito de Dios en nuestras vidas. Dios quiere que acudamos a Él para confesar nuestros pecados y a recibir misericordia.
2 Reyes 13:23
Mas Jehová tuvo misericordia de ellos, y se compadeció de ellos y los miró, a causa de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob; y no quiso destruirlos ni echarlos de delante de su presencia hasta hoy.

Dios no quiere que la condenación o la culpa nos alejen de estar cerca de Él. Él quiere ayudarnos y mostrarnos su amor. El remordimiento nos atrapa y nos hace pensar que Dios nos ha abandonado.
El remordimiento nos lleva a sumergirnos en nosotros mismos. La misericordia nos abraza y nos hace sentir amados por Dios.
Esdras 9:9
Porque siervos somos; mas en nuestra servidumbre no nos ha desamparado nuestro Dios, sino que inclinó sobre nosotros su misericordia delante de los reyes de Persia, para que se nos diese vida para levantar la casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas, y darnos protección en Judá y en Jerusalén.
La misericordia nos lleva a Dios.
Nos ayuda a olvidar nuestro pasado y agradecerle por siempre. Hay dos tipos de tristeza: La que produce muerte, que es la tristeza del remordimiento y la que es para arrepentimiento y produce vida. El sentimiento de culpa o remordimiento acabó con Judas. Hubiera corrido a la cruz a pedirle perdón a Jesús y cuando Jesús hubiera dicho: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”, Judas hubiera sido perdonado. Pero el remordimiento o la culpa lo llevó al suicidio y es que el diablo quiere matarnos a través de la culpa.
“La misericordia nos abraza y nos hace sentir amados por Dios.”
Salmos 79:8
No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados; Vengan pronto tus misericordias a encontrarnos, porque estamos muy abatidos.
Ten un encuentro con la misericordia de Dios y deja de sentirte condenado o descalificado. Busca a tu abogado Jesús, tu pecado no es más grande que el perdón y la misericordia de Dios es grande para con aquellos que se han arrepentido. Tengamos siempre presente que Dios nos llama al arrepentimiento con lazos de misericordia. Él te ve y te sigue coronando con su misericordia día a día. Por eso es una nueva mirada del amor de Dios para cada día.
Lamentaciones 3:22-25
Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.
El sentimiento de culpa siempre nos lleva al pasado y nos empantana: No nos permite avanzar ni podemos vivir mirando atrás cuando sostenemos el arado. Si miramos para atrás, como la mujer de Lot, nos volvemos estatuas de sal. Siente libertad por Su perdón. El camino por el que vamos tú y yo es a veces empinado y resbaladizo. Si vas con una carga de culpa sobre tus espaldas estás expuesto a tropezar y caer. Si le pides a Dios que su misericordia te libraré de ese peso, ¡Te sentirás absolutamente libre!

Lucas 1:50
Y su misericordia es de generación en generación a los que le temen.
Párate firme sobre el arrepentimiento y experimenta cómo eres atraído a la misericordia de Dios día a día.
Gloria a Dios !!!🙌🏼🙏