HABLA CON DIOS
Dios tiene una ocasión para ti, un día de bendición en el que te sentirás totalmente renovado.
Si quieres saber cómo puedes orar en unos breves y sencillos pasos, dale clic al siguiente video:
Ester 7:2
Y en el segundo día, mientras bebían vino, dijo el rey a Ester: ¿Cuál es tu petición, reina Ester, y te será concedida? ¿Cuál es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, te será otorgada.
Dios gusta de escuchar las oraciones de sus hijos: ¿Qué necesitas pedirme hoy? ¿Qué quieres que me entere? ¿En qué te puedo ayudar? ¿Cuál es tu petición para que te sea concedida? Muchas veces dudamos que Dios nos escuche y si lo hace, pareciera que se hiciera el sordo... Estamos necesitados con urgencia por una respuesta de Él y no pasa nada... pero tú y yo debemos esperar.
Miqueas 7:7
Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá.

Dios nos dice:
“Yo te oigo, solo espera confiadamente y ten la seguridad que sea cual sea tu necesidad, puedes hablarlo conmigo”.
Comencemos entonces a conversar con Él.... Sus respuestas traerán paz a nuestro corazón atribulado.
Cuando estamos tristes, pero no derramamos nuestro corazón a Dios de manera oportuna, nos hacemos daño.
¡Tenemos que aprender a desahogarnos en Dios!
En cuanto a ti, busca la ayuda de Dios, no de otras personas.
ABRAHAM
Lloró cuando murió su esposa.
EZEQUÍAS
PEDRO
PABLO
JESÚS
Podemos pasar la noche llorando, pero a la mañana vendrá la alegría.
Salmo 30:5
” Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría”

¡Tenemos que aprender a desahogarnos en Dios!
Tus problemas son tan difíciles que un ser humano no los puede resolver... Solo Dios tiene poder para solucionarlos. Por eso te dice, en
Mateo 11:28 NBV
“Vengan a mí los que estén cansados y afligidos y yo los haré descansar..”
Tú necesitas descansar en Dios, y no hay mejor descanso que en sus brazos.
¡Entrégate! Y ten la seguridad... ¡Él te oirá!
Habla a tu Dios, Él tiene el control de todo.
Cuéntale de tus fracasos y recibe sus victorias.
Háblale de tu familia y preséntale a cada uno, Él mostrará su amor a ellos. Dios no se aburre de escucharte, para Él todo lo que le cuentas es importante. “Voy a ti Señor con mis cargas y salgo renovado.
Voy a ti Señor con mis deudas y salgo con ideas novedosas. Aun en mis peores momentos, en ti encuentro descanso”.
No temas hablar con Dios, Él quiere oírte y responderte.
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